25 Mai. ¿A qué se refiere la expresión “más vale tarde que nunca”?
Este refrán goza de mucha presencia en la actualidad por lo socorrido que puede llegar a ser. Sin embargo, ¿cuál es su origen? ¿Y qué significa exactamente?
Significado de la expresión
Siempre que queramos justificar la demora o impuntualidad en llevar a cabo alguna actividad resaltando la realización de la misma a pesar de la tardanza (aunque no se puede aplicar a todos los casos), como por ejemplo cuando alguien, ya jubilado, decide aprender un nuevo idioma, utilizamos la expresión “más vale tarde que nunca”, la cual posee, como podemos ver, un significado despojado de metáforas. El contraste entre las palabras “tarde” y “nunca” sería la idea clave del refrán, puesto que transmite que, aunque algo se haya realizado tarde, es mejor eso que no haberlo llevado a cabo o no haber aprovechado la oportunidad de hacerlo nunca.
La locución y su origen
A pesar de que pueda sorprender, diversas fuentes sitúan el origen de este refrán en la Antigua Grecia, y precisamente en boca del emblemático historiador Diógenes Laercio (siglo III d.C.), quien decidió ponerse a estudiar música y solfeo cuando ya tenía una edad avanzada. Aunque algunos se mostraron escépticos y sorprendidos ante tal resolución debido a su edad, Diógenes demostró su determinación a través de la expresión “más vale tarde que nunca”.
De este modo, esta locución, con la que se resta importancia al paso del tiempo para enfatizar el hecho de realizar la actividad y cumplir nuestros objetivos a pesar de ello, ha conseguido llegar hasta nuestros días y su uso sigue siendo muy frecuente en el ámbito popular.
Un ejemplo
Dentro de la sección del refranero multilingüe del Centro Virtual Cervantes, encontramos un ejemplo que contextualiza muy bien la expresión. Se trata de un fragmento de Avisos del autor Jerónimo de Barrionuevo, que dice así: «Dícese aprestan los galeones para ir á las Indias, y que va de veras. Tarde parece para tan largo viaje, ni volver á tiempo, y si es verdad, más vale tarde que nunca; pero como esto no se haya de hacer de milagro, y no hay un cuarto, no parece factible».
Si se desconocía el origen de esta expresión, ya ha sido descubierto. Más vale tarde que nunca, ¿no creéis?